"Serás como el clavel del aire que cuando el viento sopla, vuela; y cuando se calma, se posa en una rama y allí hace casa. Vivirás en todos los sitios y en ningún lado. Amarás a todos y a ninguno."

Este es mi blog de cosas maravillosas: las cosas increíbles que he visto, oído, probado, sentido, vivido, provocado, odiado, tocado, lamentado, apreciado, percibido, adivinado, olido, estimado, hallado, pensado, presagiado, sufrido, palpado, soportado, respirado y amado.


sábado, 9 de enero de 2010

El Fin del Mundo...

Se confunden los portugueses... que no me hablen de mapas cartográficos, de paralalelos y meridianos, para asegurar que el punto más occidental de la Europa continental es el Cabo da Roca... No, no y no.


Yo estuve en Finisterre y allí , cientos de gallegos me aseguraron se encuentra "El Fin del Mundo". Estas son las tierras a las que llegó Heracles cuando le enconmedaron que encontrara donde acababa la Tierra. Y aquí vi ponerse el Sol, el disco solar, brillante hundiéndose en las húmedas profundidades marinas. Dicen también que la bandera española cuelga de las dos torres (las torres de Hércules) una cinta que cita "Plus Ultra" ("más allá") indicando que su corona reina en las lejanas tierras, añadidas por Cristobal, el marino.

Tres ritos realicé en estas tierras, las del fin:

* ver el atardecer, la muerte del Sol en el Horizonte, confiando en que mañana renacería, creyendo que el Sol, luz y consciencia, andaría durante la noche los pasadizos del Inframundo para volver resucitado a emerger al día siguiente

* quemar una prenda: quemé mi bastón, que me había acompañado durante un mes por el Camino de Santiago, empezado hacía algo de 1 mes, en la frontera francesa

* bañarse desnudo en el mar del Fin del Mundo. No me atormentó ni el frío, ni las olas tumultosas.


Ver el fin del día en el fin del mundo fue otra de mis experiencias maravillosas...

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