"Serás como el clavel del aire que cuando el viento sopla, vuela; y cuando se calma, se posa en una rama y allí hace casa. Vivirás en todos los sitios y en ningún lado. Amarás a todos y a ninguno."

Este es mi blog de cosas maravillosas: las cosas increíbles que he visto, oído, probado, sentido, vivido, provocado, odiado, tocado, lamentado, apreciado, percibido, adivinado, olido, estimado, hallado, pensado, presagiado, sufrido, palpado, soportado, respirado y amado.


miércoles, 30 de diciembre de 2009

Arenas Negras

Este año 2009, tuve la suerte de poder viajar a Lanzarote... Y aquí me encontré con otra de las increíbles cosas maravillosas.


En los mundos fantásticos, más allá de los lindes de la tosca "Realidad", se hayan lugares increibles. Entre ellos, una playa en la que se había desatado una traición entre hermanos. Dos castas de igual jerarquía pero ideologías opuestas, antiguamente ligadas en sangre, se disputaron por poder y gloria. Unos defendían todo lo intelectual, mientras que otros, lo físico. Ocurrió la traición (por ambas partes en la misma noche). Cada bando había querido atacar al otro mientras dormía, pero en cambio se hallaron todos despiertos. Y lucharon. Murieron muchísimos. Los pocos que consiguieron no ser acabados en la batalla, huyeron despavoridos hacia la orilla para intentar escapar. Pero no había barcos (porque habían sido quemados para evitar el escape). La última querella se desató en la playa misma, con la Luna y el mar de testigos. Todos fallecieron salvo una mujer que decidió no participar del combate. Se mantuvo en pie, al borde del risco, observando debajo la batalla y pidiendo a las fuerzas celestes que intercedieran. Luego, caminó entre cadáveres y su pena fue tan grande que allí dónde posaba el pie, la arena debajo se volvía negra. No se sabe qué fue de ella. Hay quien dice quién se adentró en el mar y, otros aseguran que en cambio, se fue a vivir sola a lejanas tierras para intentar olvidar. Por su parte, el mar intentó lavar las heridas ocurridas en las orillas de esta playa y gente postrera que llegó allí a vivir nunca comprendió por qué en esta playa, la arena era negra.


O eso fue lo que pensé mientras tomaba el sol en "Playa Quemada" de la Isla de Lanzarote. El sol me pegaba fuerte y como la arena es negra, negra, absorve todo el calor, así que, quema muchisimo! La temperatura era altísima. Después, fue el bañarme en el mar, nadar mar adentro, observar la costa (orilla y risco) desde el agua, sentir que el Universo bailaba conmigo y volver a la arena, tirarme al suelo, dormir bajo el sol. Finalmente, guardé todo en la mochila y emprendí caminando el regreso. Estaba preparado para caminar unos cuantos kilómetros pero un hombre detuvo su coche (una 4x4 enorme) y me llevó.

Yo sonriente, agradecí de nuevo haber pisado una playa de arenas negras!

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